Sin embargo, las negociaciones no tuvieron éxito, y todos están a la espera de la visita de los delegados chinos a EEUU bajo el liderazgo del vice primer ministro chino, Liu He.
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Pero el mayor escollo tiene que ver con la exigencia de EEUU de que el Gobierno chino deje de subsidiar a las industrias del programa 'Hecho en China 2025'. EEUU está preocupado por el programa que fue iniciado en 2015, y que consiste en el desarrollo de China en el ámbito de las altas tecnologías.
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No obstante, los oficiales chinos lo dejaron claro: se pueden discutir cuestiones del desbalance comercial entre los dos países, pero no se puede dictar la política industrial de otro país. Menos aún, estando el Gobierno chino seguro de que los logros del país en estos ámbitos determinarán la futura competitividad de China a nivel mundial.
Mientras tanto, Estados Unidos acusa a China de estar desarrollando sus altas tecnologías en el marco del programa 'Hecho en China 2025' por cuenta del país estadounidense. Así, EEUU considera que la base del desarrollo chino está constituida por la transferencia de tecnologías estadounidenses y atracción de especialistas extranjeros que son posibles gracias a los subsidios del Gobierno chino.
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Sin embargo, estas acusaciones no tienen fundamento. Aquí no está teniendo lugar ningún espionaje industrial ni robo de propiedad intelectual. Las empresas estadounidenses se fusionan con las chinas voluntariamente por motivos económicos.
Probablemente EEUU se sienta amenazado por la velocidad del desarrollo chino en el ámbito de las altas tecnologías, y teman que pronto China se convierta en el nuevo líder mundial en este aspecto.
"EEUU no esperaba que la influencia china en la arena internacional, económica y tecnológica creciera a un ritmo tan rápido en los últimos 5-10 años. (…) Es como en las carreras: si antes, por ejemplo, China estaba a 100 metros por detrás de EEUU, ahora está a tan solo 50 metros. Y esta distancia seguirá disminuyendo", comentó el experto, Zhang Ning.
Con ello, la rivalidad tecnológica con China en realidad está beneficiando a EEUU. Según los datos del Fondo Monetario Internacional, entre los años 1999 y 2007 el número de patentes registradas en EEUU disminuyó, pero entre el 2010 y el 2014 creció casi un tercio cuando comenzó la rivalidad tecnológica con China.
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De hecho, el medio The Economist destaca que el desarrollo tecnológico de China está beneficiando no solo a EEUU, sino también a las compañías europeas. Las últimas empezaron a mejorar sus propias tecnologías para poder competir con las importaciones de China.
"En términos generales, China solo está alcanzando a EEUU en su desarrollo. Desde un punto de vista global los dos países se complementan en su desarrollo", contó el experto al destacar la necesidad de cooperar en el ámbito tecnológico en lugar de construir obstáculos. Zhang Ning también añadió que es necesario cooperar, intercambiar conocimientos y experiencia, puesto que en el mundo de la globalización actual no hay países que se desarrollen exclusivamente por sus propias fuerzas, incluido EEUU.