"Una broma terrible"
La consejera especial del presidente de EEUU, Kelly Sadler, declaró recientemente que la posibilidad de que McCain pudiera bloquear el nombramiento de Gina Haspel como directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) "es irrelevante, porque de todos modos el senador estadounidense se está muriendo".
"No voy a comentar las cuestiones interiores de la plantilla", comentó posteriormente Sadler después de que los medios de comunicación tuvieran conocimiento de sus inadecuadas declaraciones.
El senador por Carolina del Sur Lindsey Graham exigió que la Administración Trump se disculpara por las declaraciones de Sanders.
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"Esta fue una broma terrible. Alguien de la Casa Blanca tiene que declarar que fue un comentario inapropiado (…) Pienso que a la mayor parte de los estadounidenses les gustaría que la Administración Trump se comportase de una mejor manera en situaciones como esta", aseveró el político, citado por medios locales.
Situación vergonzosa
Esta filtración de las declaraciones de Sanders forma parte de una serie de incidentes parecidos de los que Donald Trump se ha quejado en repetidas ocasiones, escribe el periodista ruso Alexandr Bovdunov en su análisis para la cadena rusa RT.
Asimismo, el autor del artículo califica de "topos" a quienes filtran información de la Casa Blanca a los medios de comunicación. El exjefe de Gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, el exsecretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, y el exdirector de Comunicaciones, Anthony Scaramucci, cayeron victimas de la actividad realizada por estos topos.
El 1 de mayo, el presidente de EEUU calificó de "vergonzosa" la situación relacionada con las filtraciones. Trump hizo referencia a la publicación en la prensa de las preguntas que el Fiscal Especial para el Departamento de Justicia de EEUU, Robert Mueller, le quería hacer sobre el llamado caso ruso. La investigación realizada por Mueller se concentra en supuestos contactos que altos cargos del comité de campaña electoral de Trump mantuvieron con ciudadanos rusos.
"Toda esta investigación de Mueller es una campaña destinada a destruir políticamente a Trump", declaró Vladímir Vasíliyev, principal colaborador científico del Instituto de EEUU y Canadá.
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Según el experto, McCain, Graham y otros opositores del Partido Republicano fueron quienes lanzaron esta campaña, mientras que las filtraciones en los medios de comunicación desde el mero inicio fueron métodos de lucha contra Trump.
El factor del Estado profundo
Bovdunov destaca que los partidarios de Trump acusan muy a menudo a los adversarios del presidente estadounidense que forman parte del así llamado Estado profundo o 'Deep State' de organizar las filtraciones. Así se denomina a un grupo de funcionarios capaces de influir en la política sin tener en cuenta la opinión de la Administración de EEUU.
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El politólogo Alexandr Asafov comunicó a la cadena RT que el uso de filtraciones contra el presidente de EEUU está vinculado con el hecho de que la mayor parte del 'establishment' del país norteamericano rechaza a Trump.
"En comparación con la Presidencia de Obama, Clinton y Reagan, el uso de filtraciones entonces no era tan popular, dado que no había conflicto dentro de la sociedad estadounidense", destacó el analista, a la vez que agregó que incluso la información sobre el estado de salud de McCain "se utiliza para desacreditar a Donald Trump".
Una herramienta del mismo presidente
El politólogo Serguéi Vasíliyev considera que otro factor que contribuyó al aumento de filtraciones fue el hecho de que Trump no suele celebrar grandes ruedas de prensa, que eran un fenómeno común en las Administraciones anteriores.
Además, el politólogo apunta que el propio Trump utiliza muy a menudo su cuenta en Twitter como una herramienta para comunicar información de manera no oficial.
"Esta táctica se convierte en un elemento útil para gobernar EEUU", declaró Vasíliyev. Y puso el foco en que los representantes de la Administración "comparten información para programar de una u otra manera a la opinión pública y decir lo que no se puede declarar oficialmente".
El profesor de la Universidad de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO) Kiril Kóktish comparte esta opinión. Ciertas filtraciones se la han jugado a la Casa Blanca. Por ejemplo, la información filtrada a la prensa —que Trump insistiera supuestamente en 2018 en que se perpetraran ataques contra las instalaciones militares de Rusia en Siria— contribuyó al aumento del prestigio del mandatario entre los políticos republicanos.
"La Administración anterior no necesitaba filtrar información, ya que Obama era más o menos predecible. Estaba claro lo que se podía esperar de él a medida que el espacio para especulaciones se iba haciendo extremadamente pequeño durante su Presidencia. A su vez, Trump es un enigma para todos, y en este caso las filtraciones son jugadas bastante eficaces y sensatas", opina Kóktish.