Para Erekat, el Gobierno de Guatemala ha elegido estar "al lado de las violaciones de la ley internacional y los derechos humanos y dar un paso hostil contra el pueblo palestino y el mundo árabe".
"No nos sorprende que un presidente que se ha opuesto a investigaciones de la ONU de corrupción y abusos de poder haya decidido seguir violando aún más las resoluciones internacionales", señaló el veterano negociador palestino.
"La narrativa presentada por el Gobierno guatemalteco para justificar esta decisión también refleja su alianza con la ocupación israelí y los fundamentalistas de derechas", subrayó el responsable de la OLP.
"El hecho de que usen la Biblia y la Cristiandad como excusa para trasladar su Embajada a Jerusalén, en contradicción con la posición de la Santa Sede, 13 Iglesias de Jerusalén y líderes cristianos en todo el mundo, subraya la naturaleza fundamentalista del régimen israelí y sus aliados como el gobierno guatemalteco", sentenció Erekat.
Guatemala se convirtió el 16 de mayo en el segundo país, después de EEUU, que traslada su Embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Hasta ahora, todas las embajadas se situaban en Tel Aviv porque la parte oriental de Jerusalén está ocupada por los israelíes, según el derecho internacional, y ningún país la reconocía hasta ahora como capital de Israel.
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Guatemala abrió su primera embajada en Jerusalén en 1956, pero la trasladó a Tel Aviv después de que Israel se anexionara la parte este de la ciudad santa y la ONU instara a todos los países a cambiar de ubicación.