El oficio religioso se desarrolló sin incidentes en presencia de palestinos de Jerusalén y sus alrededores, de dentro de Israel y de la Cisjordania ocupada, estos últimos limitados por ciertas restricciones de edad y sexo.
Los servicios médicos trataron a varios fieles que sufrieron golpes de calor o se desmayaron.
Las fuerzas israelíes llevaron a cabo un intenso despliegue en los accesos a Jerusalén y dentro del municipio, y retiraron la documentación de los palestinos jóvenes que no tenían la edad permitida para acudir al rezo.
Tema relacionado: Erdogan: "EEUU redujo su reputación a cero" al afirmar que Jerusalén es la capital de Israel
Los comercios de la ciudad vieja próximos a la mezquita al Aqsa vivieron una intensa jornada de negocios.
En los llamados "puntos de contacto" varios palestinos fueron atendidos o trasladados a los hospitales de Gaza por inhalar gases utilizados por los militares israelíes.
La frontera de Gaza vivió una nueva jornada de protestas bajo la bandera de "Marcha del Retorno", similar a las manifestaciones que tienen lugar cada viernes desde el 30 de marzo.
Un palestino de 24 años, Yaser Habib, ingresado en el hospital Saint Joseph de Jerusalén, sucumbió a las heridas que sufrió en la Franja de Gaza el 18 de mayo.