"Hoy estamos parando porque queremos terminar la violencia en las universidades, la estructura machista que se está replicando al interior de la institución y para hacer un llamado por la lucha feminista", dijo a la local Radio Cooperativa una de las voceras del movimiento, Daniela Pinto.
Algunas de las exigencias de las estudiantes son: apoyo de la institución para la comunidad transgénero; beneficios para las madres; protocolos para combatir el acoso sexual; y pidieron la desvinculación de un docente acusado de violencia intrafamiliar.
El rector de la universidad, Ignacio Sánchez, llegó hasta el edificio y conversó con las estudiantes, en un diálogo que fue registrado por los medios locales.
"Estoy dispuesto a conversar y dar respuestas al petitorio, lo que sí les pediría es que desalojaran esta toma, no es muy posible tener un diálogo respetuoso si se lanzan sillas y si están todos con capuchas", dijo el rector a las alumnas.
Si bien, se habían realizado otras tomas en universidades emblemáticas como la Universidad de Chile, la Casa Central de la Universidad Católica no había sido ocupada desde julio de 1986.