Harare, capital de Zimbabue. 29 y 30 de mayo de 2018. El foro 'Tendencias en manejo de reservas soberanas', que convoca a 17 funcionarios de Gobierno y de bancos centrales de 14 países de África, sentencia que ya es hora de que el yuan se convierta en la moneda de reserva de la región.
Más información: Cómo China va ganando la lucha por África
La cumbre cuenta con la presencia del Instituto de Gestión Financiera y Macroeconomía de Africa Meridional y Oriental (Mefmi, por sus siglas en inglés), integrado por 14 países: Angola, Botswana, Burundi, Kenia, Lesoto, Malawi, Mozambique, Namibia, Ruanda, Suazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe.
En línea con este mensaje de la portavoz de Mefmi, el jefe del Banco Central de Zimbabue, John Mangudya, recomendó a los países presentes en el foro a adoptar el yuan como divisa de reserva. Incidió en que "la mayoría de los países representados aquí tienen préstamos o ayudas de China y tendría sentido económico devolver el dinero en renmimbi".
El economista español José Luis Carretero Miramar observa al respecto que "lo que estamos viendo es una deriva que va a hacerse cada vez más acusada en la que se sustituye al dólar como moneda de referencia internacional. (…) El problema fundamental es que la pérdida de peso específico del imperialismo norteamericano como eje fundamental del funcionamiento del capitalismo, no se ha visto acompañado de una pérdida de importancia paralela del dólar como moneda de reserva mundial. Tarde o temprano esto va a suceder de una manera más acusada".
Mientras, el yuan se afianza cada vez más desde 2016, momento en que el FMI lo incorporó a su cesta de monedas con derechos especiales de giro (DEG), donde por su participación ocupa el tercer lugar (10,92%), tras adelantar al yen de Japón (8,33%) y la libra esterlina (8,09%).
Siwela-Jadagu aceleró a fondo: avisó que el continente no puede darse el lujo de quedarse a la zaga en el aprovechamiento de las oportunidades de ampliar el crecimiento con China, al indicar que en el último lustro el comercio y la inversión con Occidente está de capa caída.
Carretero Miramar observa que "el problema fundamental de África es el subdesarrollo (…) y sólo puede salir de él mediante un proceso de acumulación que parta de la base de una inversión fuerte, que no se ha sabido producir de una manera endógena, por la dependencia del imperialismo extranjero y por la propia debilidad de las élites dirigentes africanas, y al mismo tiempo por la fragmentación en pequeños Estados en constante guerra entre ellos, de revueltas y desestabilización".
Entretanto, el pasado mes de marzo China dio su primer paso para conseguir que el yuan se convierta en moneda de referencia para fijar los precios sobre las materias primas con el lanzamiento del contrato de futuros de petróleo en yuanes en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái.
Temas relacionados: China ya tiene bases militares en Asia y África
Al respecto, según cálculos de la Universidad de Boston, un tercio de toda la inversión extranjera china en energía del año pasado, unos 6.800 millones de dólares, fue a parar a África. Asimismo, en 2015 el presidente chino, Xi Jinping, prometió aumentar el volumen total de la inversión china en África a 60.000 millones para finales del presente año 2018.
"África sólo puede apostar por diversificar las fuentes financieras que le llegan y por diversificar su comercio internacional para tratar de favorecer ese desarrollo interno. En este sentido, la aparición de nuevos actores como pudieran ser China o los países emergentes que ofrezcan mejores condiciones comerciales a África, es algo que le puede venir muy bien", concluye el economista José Luis Carretero Miramar.