"Durante el proceso de investigación de seguridad que se realizó tras el aterrizaje de emergencia de un B-1B en Midland, Texas, se descubrió un problema con los componentes del asiento de eyección ", informó el representante de la FFAA, el mayor William Russell, en un comunicado oficial.
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La Fuerza Aérea suspendió todos los vuelos del Lancer el 7 de junio.
"Una vez que se resuelva el problema, los aviones volverán al servicio", dijo.
Los bombarderos estratégicos B-1B Lancer fueron adoptados en 1986 y son capaces de transportar la mayor carga útil de todos los aviones militares de EEUU.
Para la Fuerza Aérea estadounidense este es el avión principal de su flota de bombarderos de largo alcance. Dichas aeronaves participaron en el ataque contra las instalaciones en Siria, que EEUU, junto con el Reino Unido y Francia, realizó en abril.
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