Los denominan objetos-G, ya que se ven como nubes de gas, pero se comportan como estrellas. Los astrónomos de la Universidad de California en Los Ángeles hicieron su descubrimiento al obtener mediciones espectroscópicas del observatorio Keck. Esta herramienta se usa para observar la dinámica de gas en las proximidades del núcleo de la Vía Láctea, cerca de un agujero negro supermasivo.
Los científicos estiman que estos extraños objetos se crean cuando dos estrellas que componen un sistema binario se 'fusionan'. Después de la fusión, el objeto-G resultante permanece 'hinchado' durante millones de años antes de convertirse en un nuevo lucero.
Hasta ahora se habían detectado solo dos objetos similares. G1 se vio por primera vez en 2004, y G2 se descubrió en 2012. Se pensó que ambos eran nubes de gas hasta que hicieron su aproximación más cercana al agujero negro supermasivo. G1 y G2 de alguna manera lograron sobrevivir a la atracción gravitacional del agujero negro, que puede destruir las nubes de gas.
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Según los investigadores, lo nuevos objetos se comportan de forma similar a G1 y G2, aunque aún no queda clara su naturaleza real.