Según el parlamentario, debido a esta medida de Kiev, Moscú se ve obligada a recurrir a recursos "adicionales" para defender la península de Crimea.
Al mismo tiempo, subrayó que ni el Mundial ni la "histeria" de los grupos de poder harán que Rusia "se rinda y participe en negociaciones de paz dudosas" con Kiev. Asimismo, afirmó que cualquier ataque contra los objetivos rusos en el mar Negro —sea un buque o las costas de la península de Crimea— será considerado como una ofensiva militar a gran escala.
"Y esto va a llevar a medidas simétricas por parte de Moscú", agregó.
No obstante, expresó su confianza en que los ucranianos muestren un mayor interés por el Mundial —aunque la selección del país eslavo no participa en el campeonato— que por "lanzar dardos" contra Crimea.
A principios de junio, las Fuerzas Armadas de Ucrania trasladaron una división de sistemas de misiles S-300 a la zona situada al sur de la línea de contacto en Donbás, cerca de la ciudad costera de Mariúpol.
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"Nuestra inteligencia tiene información de que una división de sistemas de misiles S-300 ha sido trasladada a la región del asentamiento urbano de Nikolskoe", afirmó a los medios el jefe adjunto del mando operativo de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Eduard Basurin.
Asimismo, el 4 de junio, la Armada de Ucrania informó de que había cerrado hasta el 1 de septiembre tres zonas situadas en el mar de Azov, cerca de las costas de Mariúpol.
