"Seguimos con el programa de construcción naval aprobado por el presidente [Vladímir Putin]. La Armada construirá nuevos buques de desembarco. Este año empezamos el diseño y dentro de dos años esperamos poner en quilla el buque insignia del nuevo proyecto", afirmó en una rueda de prensa el vicejefe de la Armada rusa y responsable del rearme, Víktor Bursuk.
Cómo será el nuevo buque
De lo poco que se sabe hoy del proyecto, los analistas rusos destacan que el prototipo ofrecido es "un compromiso entre los buques de desembarco y los portahelicópteros", según Víktor Murajovski, miembro del consejo de expertos del sector industrial-militar.
"Todavía no se trata de 'un Mistral ruso' (…). Es más fácil y más barato de construir y, lo que es también importante para los altos cargos de la Defensa, no necesitará ningún equipo extranjero", opinó.
Murajovski sugirió que el nuevo proyecto se acercaría a la clase de buques de desembarco universales, capaces de utilizar tanto helicópteros como lanchas para trasladar tropas y blindados.
Experiencia acumulada
El nuevo proyecto incorporará la experiencia obtenida durante la construcción del buque de desembarco Ivan Gren, recién entrado en servicio de la Flota del Norte de la Armada rusa.
La experiencia fue debidamente tomada en cuenta, así que el segundo buque de este tipo, el Piotr Morgunov, pasó por el mismo camino en tan solo tres años: la construcción empezó en 2015 y se prevé incorporarlo en la Armada también en 2018.
Pero lo más importante es que con el Ivan Gren, la industria naval rusa "retomó la capacidad autónoma de construir buques de desembarco", valoró el presidente de la corporación rusa de construcciones navales (OSK), Alexéi Rajmánov, durante la ceremonia de entrega del navío a la Armada.
¿Un 'Wasp' ruso a la vista?
Tanto la clase Ivan Gren como el futuro buque son etapas de evolución de la industria naval rusa, privada de sus lazos económicos históricos, en este caso con Ucrania, donde se construyeron todas las joyas de la Armada de la URSS, valoró el copresidente de la Unión de los veteranos de la flota, Víktor Blitov, en declaraciones a Sputnik.
"Los navíos de este tipo son superiores a los buques de desembarco tradicionales porque permiten enviar helicópteros con las tropas. También tienen un dique interno para los aerodeslizadores, lo que supone un importante paso al frente", comentó.
Esta dirección, por un lado, suministraría a Rusia la capacidad de adquirir gradualmente las competencias necesarias para los buques más grandes, como los portaviones, y también aprovecharía al máximo la industria rusa de helicópteros, que no tiene nada que envidiar a los demás países.
Ya están planeando los futuros desarrollos: Rusia prepara su industria para construir portaviones