"No hubo ni rehenes, ni armas, ni cómplices, todo fue realizado a la antigua, con la ayuda de una sábana", dijo el funcionario.
El celador recalcó que la fuga no tiene ningún vínculo con la reciente huelga de trabajadores de centros penitenciarios, pues esa noche los carceleros se encontraban en sus puestos de trabajo.
La cifra de fugas de las cárceles belgas bajó considerablemente en los últimos años.
En 2009 se registraron 39 casos, en 2012 la cifra bajó a 14, en 2014 se registraron cinco, mientras que en 2015 se escapó solo un preso.
Por el momento no se cuenta con el número de fugas del año pasado, pero en 2016 de las prisiones de Bélgica no logró escaparse ni un solo reo.