"El proyecto está listo para iniciarse y parece que a fin de julio se va a presentar el inicio de trabajo en El Alto", departamento de La Paz, afirmó el diplomático, según fue citado por ese medio.
El centro nuclear de El Alto, ciudad altiplánica contigua a La Paz, no será una planta de generación de energía sino un sitio de aplicación de tecnologías para programas de salud y desarrollo agrícola, entre otros, afirmó el embajador.
La obra de 300 millones de dólares, negociada personalmente por el presidente Morales desde hace tres años, fue contratada formalmente con Rosatom en octubre de 2017, previéndose que entre parcialmente en operación a fines de 2019.
Más aquí: Bolivia cierra un contrato con Rusia para la construcción de un centro nuclear
"Es un centro de investigación con un reactor muy pequeño, no necesita mucha agua (…), el combustible se va a introducir en el reactor una vez en 18 años y la basura se va (a una) planta de industrialización para que no contamine", explicó Sprinchán.
Precisó que el centro contará con un reactor experimental polivalente basado en uno científico de agua a presión con una potencia nominal de unos 200 kilovatios, un centro de tratamiento con rayos gamma, un ciclotrón radiofarmacológico adaptado para los estudios médicos y varios laboratorios.
El centro, único de su clase en el mundo a 4.000 metros sobre el nivel del mar, "abrirá el camino para Bolivia hacia el uso de las tecnologías atómicas en la ciencia, medicina, geología, agricultura y otros ámbitos", indicó Pakermanov.
Más aquí: Evo Morales busca fortalecer sus vínculos con Cuba, Rusia y China
El embajador Sprinchán afirmó, además, que la visita de Morales a Moscú permitió crear una base jurídica para acelerar la cooperación en todas las esferas, "con una visión financiera y tecnológica", publicó ABI.
El diplomático identificó como áreas de interés de la cooperación rusa a Bolivia el proyecto de corredor ferroviario sudamericano (Brasil-Bolivia-Perú) y la asistencia en el campo militar.