La selección española sufre desde hace 84 años una 'maldición' que se ha vuelto a cumplir en el Mundial de Rusia. La Roja nunca ha ganado a los anfitriones de la Copa del Mundo o de Europa. El combinado español jugó en ocho ocasiones contra los anfitriones en los play-off y siempre perdió.
Pero este no es el último récord que nos dejó el enfrenamiento de octavos de final. Por primera vez en su historia —ya sea como URSS o como Rusia— la selección del país euroasiático no fue derrotada por España en la fase final de una competición futbolística —todavía no se habían cruzado en un Mundial pero sí en la Eurocopa—.
Además, este es el cuarto partido desde 1934 en el que España juega contra el país anfitrión del Mundial y sale derrotada. Le pasó en 1934 frente a Italia, en 1950 frente a Brasil, en 2002 por penaltis frente a Corea del Sur y finalmente contra Rusia, en 2018.
La mano de Gerard Piqué le costó a España el noveno penalti en contra en su historia mundialista, mientras que Sergio Ramos logró igualar a Íker Casillas en la cima de la lista de jugadores españoles que más partidos del Mundial han disputado con 17 enfrentamientos.