"Estoy impactada y consternada por la muerte de Dawn Sturgess, mis pensamientos y condolencias son para su familia y seres queridos", manifestó May citada por la cadena Sky News.
La jefa del Gobierno británico aseguró que "la policía y los agentes de seguridad están trabajando con urgencia para establecer los hechos de este incidente, que ahora se está investigando como un asesinato".
La policía británica abrió una investigación por asesinato tras la muerte de Dawn Sturgess, de 44 años, que se produjo el 8 de julio, unos 10 días después de que la mujer fuera envenenada con un agente nervioso.
Charlie Rowley, de 45 años, que fue intoxicado junto con Sturgess continúa hospitalizado en estado crítico.
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El 30 de junio pasado Sturgess y Rowley ingresaron en un hospital tras perder el conocimiento en un domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
Aunque los dos incidentes se investigan como relacionados, en el caso de Amesbury la policía no considera que se trata de un ataque deliberado y se inclina más a que los dos fueron expuestos a la sustancia neuroparalizante tras un contacto "con objeto contaminado".
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Además, no está claro si la sustancia usada en Amesbury viene del mismo lote que el agente empleado en el ataque en Salisbury.
Londres afirma que se trata de la sustancia Novichok, aunque su procedencia jamás fue identificada.
El Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque a los Skripal, mientras Scotland Yard todavía continúa la investigación.
Moscú rechazó la acusación calificándola de infundada.
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Según la Cancillería rusa, el nuevo caso de supuesto envenenamiento es "un juego político sucio".
