Según la agencia Yonhap, la delegación incluye 22 personas entre funcionarios del Ministerio de Unificación, representantes de la Cruz Roja y de la empresa Hyundai Asan que había construido en su momento en el monte Kumgang, en la costa oriental de Corea del Norte, un hotel para estos encuentros, que fueron suspendidos en 2015.
Durante las últimas tres décadas, más de 132.000 surcoreanos que esperaban reunirse con sus parientes del Norte se inscribieron en un registro administrado por el Ministerio de Unificación y la Cruz Roja.
De ellos, casi 3.800 murieron de viejos en 2017 mientras aguardaban una oportunidad para el reencuentro.
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La última reunión de las familias separadas tuvo lugar en octubre de 2015.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in y el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante su primera cumbre que celebraron a finales de abril pasado, marcaron entre otros objetivos el de organizar una reunión de las familias separadas con motivo del Día de la Liberación del 15 de agosto.