Concretamente se trata de un cuásar de un tiempo en el que nuestro universo tenía solo un 7% de su edad actual.
Este disco contiene polvo y gas girando a grandes velocidades en un vórtice y generando una fricción inmensa al ser atraída por la fuerza gravitacional masiva del agujero negro situado en el centro.
Al consumir materia, estos agujeros negros cuásar expulsan potentes chorros de plasma a casi la velocidad de la luz. Estos chorros son extremadamente brillantes en el espectro de frecuencia de radio. Una señal así emanaba del cuásar recientemente descubierto, llamado PSO J352.4034-15.3373 (P352-15 de forma abreviada), que fue recogido por el radiotelescopio Very Long Baseline Array.
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"Este cuásar puede ser el objeto más distante en el que podríamos medir la velocidad de un chorro de este tipo", dijo el astrónomo del Observatorio Nacional de Radioastronomía de EEUU Emmanuel Momjian.
Por lo tanto, el PSO J352.4034-15.3373 da una idea de los primeros días del universo, que se creó con el Big Bang hace 13.820 millones de años.