"En estos momentos todo parece posible, incluyendo (…) un nuevo referéndum que podría dar a los electores británicos la oportunidad de cambiar su decisión de 2016", declaró a la agencia el exasesor de la UE Paolo von Schirach.
Según el exasesor, los millones de votantes del Reino Unido que votaron a favor del Brexit, pensaban que los recursos del país que anteriormente fluían hacia la UE, se redirigirían a la economía interna del país.
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Por su parte, el exdiplomático británico Jonathan Clarke también declaró a Sputnik que la incapacidad del Reino Unido de conducir a buen puerto el Brexit es altamente preocupante si se considera que la única alternativa política es el partido de Corbyn.
"Es notable que el Reino Unido, reconocida tradicionalmente por su Gobierno estable y un partido conservador, también de prestigio en estas lides, resulte totalmente incapaz de incluso dar la imagen de saber qué hace; añada a esto la idea de que la alternativa es Corbyn", comentó.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, insistió en la aprobación de un documento que suavizaba las condiciones del Brexit, lo cual derivó en malestar de algunos miembros del Gabinete y las renuncias de David Davis, ministro del Brexit, y el ministro de Exteriores, Boris Jonhson.
En plena crisis de Gobierno, May puede acabar enfrentándose a una moción de censura que podrían impulsar los diputados conservadores y está luchando por mantener tanto el liderazgo de su partido como la jefatura del Gobierno.
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El divorcio con la UE debe producirse el 29 de marzo de 2019.
