El presidente cree que la combinación de colores azul claro y blanco en los aviones no representa a EEUU como país.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos mantiene dos aviones presidenciales VC-25 idénticos, que son conocidos como Air Force One. Son una versión especial del modelo Boeing 747 y uno de ellos siempre está listo para el mandatario en Joint Base Andrews, en el estado de Maryland.
Son capaces de acomodar a más de 70 pasajeros y volar 12.500 kilómetros sin repostar. Esta gigantesca aeronave está protegida de las consecuencias de una explosión nuclear y del impacto de misiles antiaéreos, además de ir equipada con varios sistemas de comunicación y con un quirófano.
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La actual combinación de colores del Air Force One fue diseñada por el expresidente John F. Kennedy y la primera dama Jacqueline Kennedy. Anteriormente los presidentes viajaban en un Stratoliner Boeing C-137 bastante simple. El medio Axios informó de que Trump expresó su deseo de que los nuevos aviones se alejaran del "color Jackie Kennedy".
La renovación de la flota presidencial era uno de los puntos del programa electoral de Trump.
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Según una fuente consultada por el medio, el presidente puede seguir adelante con sus planes porque "tiene la capacidad de hacerlo". Sin embargo, la misma fuente asegura que cambiar el color del avión presidencial inevitablemente provocará la resistencia de los militares, que creen que el Air Force One es un símbolo igual de reconocible que una bandera o un escudo de armas del país.
