"La política de EEUU es afirmar su presencia, a través del Comando Sur, en una región en la que vuelven a tener interés en términos estratégicos", explicó la diputada y exministra de Defensa de Argentina, Nilda Garré, al referirse a la instalación de una base militar norteamericana en la provincia de Neuquén, cerca de un enorme yacimiento de gas no convencional.
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"La financiación de esta base se estima en dos millones de dólares. La provincia cedió los terrenos; el Pentágono la financiación. Estamos ante una innecesaria instalación militar del Comando Sur en el territorio argentino. Esto no es casualidad", apuntó Garré, quien sostuvo que hay gobiernos en América Latina dispuestos a permitir la injerencia de Washington en sus asuntos internos.
Por otra parte, Garré se refirió a la tendencia a emplear a las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interna, obligando a los militares a desempeñar funciones policiales.
"Las FFAA no tienen formación policial, su misión es aniquilar al enemigo, no saben regular la fuerza letal. De esta forma las desprofesionalizamos y las contaminamos con la corrupción. Es un disparate intentarlo. En Brasil si bien se practicó en actividades en el Amazonas, ahora se las llevó a las favelas de Río de Janeiro. La guerra contra las drogas, y esto lo dijo Juan Manuel Santos y varios expresidentes, incluso el norteamericano Barack Obama, costó muchísima plata y fracasó, causó más violencia y aumentó el negocio de las drogas", aseveró.
La diputada analizó además la seguridad en la próxima cumbre del G20 y el destrato a los familiares de los tripulantes del Ara San Juan, el submarino hundido en el Océano Atlántico, por parte del gobierno del presidente Mauricio Macri.
"Las cárceles son hoy más un problema que una solución"

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Fondevila señaló que el modelo carcelario solo muestra el fracaso de los Estados para hacer frente a la criminalidad.
"Las cárceles no están controladas por el Estado. En América Latina, por general, para entrar a las cárceles hay que reunirse antes con los jefes de las pandillas, no con el director de la cárcel. La pandilla controla la cárcel, por las buenas o por las malas. Un salario de un custodio en América Latina anda por los 200 o 250 dólares. Uno británico cobra 2200 dólares. Los que cuidan a las personas que están ahí son personas débiles. Además cuando cae preso un miembro de la pandilla hay que saber que el resto queda afuera y tiene la capacidad de amenazar a las familias de quienes deben cuidar a los presos", ejemplificó.
"Todavía se sigue pensando que la cárcel es la solución. Hoy en día las cárceles son un problema de seguridad pública", concluyó el experto.
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