Ante consultas de la prensa por "el paradero del Sr. Jihad Deyab, el Ministerio de Relaciones Exteriores señala que de acuerdo con lo establecido por la Ley Nº 18.076 de 19 de diciembre de 2006 (Derecho al Refugio y a los Refugiados), los órganos creados por la misma y sus integrantes están inhibidos de brindar información relativa a las personas refugiadas, salvo autorización expresa y escrita de la persona interesada o por resolución fundada de la justicia competente", dice el comunicado.
En Turquía residen la esposa y los hijos de Deyab, quien llegó a Uruguay junto a otros cinco liberados de la prisión militar estadounidense de Guantánamo en diciembre de 2014 como parte de un acuerdo entre Washington y Montevideo.
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El medio local La Diaria sostuvo el 20 de julio que las autoridades turcas habrían deportado a Deyab a Siria, su país de origen y donde fue condenado a muerte en ausencia por el Gobierno de Bashar Asad a inicios de la década de 2000, según documentos militares y de inteligencia estadounidenses.
En julio del año pasado, llego a Marruecos pero fue devuelto a Uruguay tras comprobarse que portaba un pasaporte falso de nacionalidad tunecina.
En esa oportunidad, Deyab "declaró a las autoridades uruguayas que pretendía viajar a reunirse con su familia en Turquía, ingresando a Marruecos con un pasaporte apócrifo con nacionalidad de Túnez, negándose a declarar sobre su egreso desde Uruguay", dijo entonces a Sputnik el director nacional de la Policía uruguaya, Mario Layera.
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En 2017, Deyab dejo de vivir en la capital uruguaya y se mudó a la ciudad de Rivera (norte) fronteriza con Brasil, y donde reside una pequeña comunidad musulmana.
A su regreso llevó adelante una huelga de hambre por más de 60 días en reclamo de ser trasladado a un país musulmán donde pudiera reencontrarse con su familia.
Más tarde hizo sucesivos intentos de dejar Uruguay, pero sin éxito; primero viajó hasta Johannesburgo, desde donde fue retornado, y en marzo de 2017 quiso partir con un pasaje a Rusia, aunque en esa ocasión no logró salir del aeropuerto.
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Deyab, que utiliza muletas para caminar y tiene problemas crónicos de salud, no ha visto a su familia por más de 16 años, desde que fue detenido en Pakistán en 2002 y trasladado a Guantánamo, la prisión militar estadounidense para sospechosos de terrorismo.
El hombre es un disidente del Gobierno sirio, pero durante su larga permanencia en Guantánamo no fue acusado formalmente de ningún delito.
Deyab se hizo conocido por ser uno de los más persistentes huelguistas de hambre en Guantánamo y por denunciar en los tribunales estadounidenses el método de alimentación forzosa al que fue sometido cientos de veces como una práctica equivalente a la tortura.