"Dialogamos en torno a educación, servicio social y este acuerdo que va adelante entre el Estado boliviano y la Santa Sede; es una alegría poder comunicarles que en todos estos puntos hay el interés común, el acuerdo para que marchemos juntos, y esto es muy bueno y saludable", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Ricardo Centellas, en una declaración acompañado por Morales.
"Saludo el aliento de los obispos que nos visitaron, tenemos enormes coincidencias entre la Iglesia y el Estado, todos nos preocupamos de los más abandonados, los más pobres", apuntó Morales al cabo de la reunión de poco más de dos horas.
Reveló que designará un delegado especial para manejar las relaciones de su Gobierno izquierdista con la cúpula de la Iglesia Católica, animado según dijo por sus encuentros amistosos con el papa Francisco, el último de ellos a fines de junio, en ocasión de la consagración del nuevo cardenal católico boliviano, Toribio Ticona, indígena y amigo suyo.
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La nueva era de cooperación pondría fin a por lo menos una década de desencuentros entre Morales y los obispos, período en el cual el también líder de los productores de coca acusó varias veces a la cúpula católica de actuar como un partido político opositor.
En sus choques más duros, los obispos se opusieron en 2017 a una reforma legal que amplió los alcances del aborto legal y rechazaron por "antidemocrática", a principios de este año, una posible cuarta postulación consecutiva de Morales, que fue rechazada por un referendo p0ero autorizada por una sentencia del Tribunal Constitucional.
Dejando aparentemente atrás esas diferencias, el presidente de la CEB agradeció la disposición presidencial al diálogo y destacó la participación de la iglesia en las celebraciones del aniversario patrio, algo que no sucedía desde 2010.
"La celebración principal se hará en Potosí y allí nosotros estaremos mostrando esta cercanía, participaremos en la celebración interreligiosa, que es parte del protocolo del Estado, y luego participaremos también en el Tedeum para rezar por la marcha de Bolivia. Todos necesitamos caminar juntos para que nuestra patria vaya adelante", dijo.
Anunció además, como otra tarea conjunta del Gobierno y la Iglesia, que Bolivia será sede a fines de este año o comienzos de 2019 de una reunión católica latinoamericana sobre el tema de la migración.
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"Nuestra propuesta de ciudadanía universal ya tiene aceptación, qué bueno sería que acompañe la Iglesia estas grandes reivindicaciones para trabajar en todo el mundo", dijo.
Según el censo nacional de 2012, dos tercios de los 11 millones de bolivianos se declaran católicos.