"Los recursos públicos solo podrán ser usados por candidatos elegibles; aquellos que sean inelegibles y usen dinero público en sus campañas lo tendrán que devolver", afirmó Dodge en Brasilia, según reporta el portal de noticias G1.
Para las elecciones de este año, la justicia brasileña prohibió el financiamiento de empresas a los partidos políticos, lo que significa que la campaña será financiada con dinero público del fondo electoral y donaciones de personas privadas.
Dodge no mencionó directamente el caso del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), que se vería afectado por la medida.
Aunque Lula se encuentra preso desde abril por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, su Partido de los Trabajadores continúa manteniendo su candidatura, pero su inscripción como candidato deberá ser revisada el próximo mes por el Tribunal Superior Electoral que tendrá la última palabra.
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