"La investigación estableció que el avión cambió de rumbo de forma manual hacia el océano Índico, algo que no estaba previsto en el plan de vuelo", dijo el jefe de la comisión, Kok Soo Chon, al presentar este lunes un informe oficial.
El titular no descartó "la participación de una tercera parte en el manejo de la aeronave" que se dirigía de Kuala Lumpur a Pekín.
Chon aclaró que el informe no es definitivo ya que no resuelve los principales interrogantes.
"No es el informe final y es que no se establecieron las causas de lo ocurrido", sostuvo.
El titular agregó que se hallaron algunas infracciones de los protocolos de seguridad, por lo que se emitieron recomendaciones de seguridad.
"Pese a todo no podemos descartar que el retraso en la comunicación y luego la pérdida de contacto se produjeran por una desconexión manual de los sistemas de comunicación en la cabina del avión", admitió.
Por su parte, la Cancillería china abogó este 30 de julio por que los países afectados por la desaparición del vuelo MH370 mantengan una coordinación estrecha en la investigación del caso.
"Pekin espera que las partes correspondientes mantengan una comunicación y coordinación estrechas, y que sigan cumpliendo debidamente estas labores", declaró el portavoz del ministerio chino, Geng Shuang.
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China "siempre ha dedicado especial atención a todas las gestiones que se realizan en relación con el caso del avión de Malaysia Airlines que realizaba el vuelo МН370", afirmó.
El Boeing 777-200 de Malaysia Airlines desapareció de los radares el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo, la mayoría de ellos ciudadanos chinos.
El aparato de fabricación estadounidense se estrelló supuestamente en la zona sur del océano Índico.
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En enero de 2017 Australia, Malasia y China acordaron suspender la búsqueda y en agosto los expertos australianos sugirieron una nueva zona de rastreo de 25.000 kilómetros cuadrados, donde podrían estar los fragmentos de la aeronave.
La empresa Ocean Infinity, especializada en la exploración del fondo marino, se había ofrecido en agosto de 2017 para realizar la operación de búsqueda, evaluada en 200 millones de dólares, sin cobrar por sus servicios a menos que hubiera un resultado.
El 29 de mayo pasado Ocean Infinity anunció que finalizó sin éxito la operación, y al día siguiente el nuevo primer ministro malasio, Mahathir bin Mohamad, dijo que no descartaba la posibilidad de reanudar la búsqueda del avión.