"Es importante restringir el tiempo de estadía de los turistas en Rapa Nui (nombre indígena polinesio de la isla) para preservar adecuadamente su patrimonio", dijo González.
González, que participó en la confección de la iniciativa, explicó que se basa principalmente en la experiencia de otros lugares que decidieron poner regulaciones ante el elevado flujo de turistas y la fragilidad ambiental del territorio, como lo hizo Ecuador con la Isla de Galápagos.
"Rapa Nui exige un resguardo muy riguroso de parte del Estado para que su patrimonio se preserve y se resguarde adecuadamente", dijo.
El principal tesoro de la Isla de Pascua es el majestuoso conjunto de estatuas pétreas, los moáis, distribuidas por todo el territorio y que se supone fueron realizadas entre los años 400 y 1600, y cuyo significado y método de construcción sieguen siendo motivo de especulación para los estudiosos.
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El Estado necesita hacer un trabajo de protección importante, "sobre todo porque ha habido una erosión muy grande de los moáis".
"Este trabajo de protección probablemente sea costoso, por eso es probable que se suban las tasas de impuestos para los turistas; la Isla de Pascua es un lugar muy apetecido y las tasas no pueden ser tan nimias", afirmó el diputado.
Vehículos
Uno de los principales problemas de la inmigración y el turismo en Rapa Nui son los vehículos.
Los lugareños y las autoridades de Rapa Nui exigen que se limite el ingreso de automóviles, ya que producen congestión y contaminación.
Además, algunas personas se devuelven al continente y dejan los autos abandonados como basura en la isla.
"Se debería prohibir el ingreso de autos y de todos los factores contaminantes, y además, se debe fomentar el ingreso de fuentes de energías limpias a la isla", coincidió González.
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Autonomía
Hace más de 15 años, las autoridades de la Isla de Pascua reclaman mayores libertades administrativas, argumentando que desean tener más independencia para tomar decisiones.
Sin embargo, el alcalde de la isla, Pedro Edmunds, ha afirmado en varias oportunidades que eso no fue suficiente y encabezó diversas campañas para lograr mayores grados de autonomía.
González coincide con Edmunds.
"Chile debe darle el máximo de autonomía a la isla", dijo.
"Todo lo que se pueda resolver en la isla debe ser decidido allá, una parte muy importante de los impuestos que se cobren allá deben ser en beneficio de los isleños y se le debe dar más poder de decisión a las autoridades de Rapa Nui", señaló.
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De las casi 8.000 personas que viven en la Isla de Pascua apenas 40% de estas son originarias de este territorio que alguna vez perteneció a Tahití.
