Los hechos se habrían cometido en las residencias del Servicio Nacional del Menor, SENAME, dependiente del ministerio de Justicia. En un documento de 20 páginas el Comité de Derechos del Niño da cuenta de "torturas y abuso sexual, tratos crueles e inhumanos".
Lissette era una de las 150.000 niñas, niños y adolescentes que viven en hogares de acogida del Estado. Pero no fue la única víctima. Entre 2005 y 2016, 210 menores murieron en esas residencias.
"Los informes han dado luz sobre situaciones de violencia, tortura, castigo y una serie de violaciones de acceso a la salud y educación, entre otras cosas, contro niñas, niños y adolescentes. Hay una crisis en el sistema residencial producto de estas denuncias", dijo a Sputnik Gabriel Riquelme, coordinador del Observatorio a la Confianza, creado para visibilizar esta situación.
La ONU también reveló que 6,8% de los niños sufrieron abuso sexual en el último año. Además existe una separación indiscriminada de los niños de sus familias. Incluso entre hermanos, por razones administrativas. En 2017, 24% de los chicos tenía a sus hermanos en otros centros.
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