"Ahora está en una prisión de Jersón bajo acusaciones absolutamente absurdas (…) su detención se iguala a las torturas", dijo Kiseliov a la radio Sputnik.
Las autoridades ucranianas acusan al periodista de alta traición, por lo que podría ser condenado a una pena de hasta 15 años de prisión.
El 12 de julio, el Ministerio de Exteriores de Rusia pidió a la OSCE y otros organismos internacionales una reacción más dura frente a las arbitrariedades que sufre el periodista.
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Harlem Désir, representante de la OSCE para la libertad de prensa, expresó su preocupación por las actuaciones de las autoridades ucranianas contra el portal RIA Novosti Ukraina.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) urgió a Ucrania a poner en libertad a Vishinski al subrayar que es inadmisible que en un país democrático se detenga a los periodistas que cumplen su deber profesional de informar a la sociedad.
Desde Reporteros sin Fronteras instaron a Kiev a explicar la acusación contra Vishinski o, de lo contrario, liberarlo de inmediato.
El presidente ruso, Vladímir Putin, por su parte, catalogó de "totalmente inadmisible" la detención de Vishinski y dijo que confía en su liberación.
