Las ZSU-23-4 Shilka son unos cañones antiaéreos autopropulsados que se fabricaron en la URSS entre 1962 y 1982. A pesar de su larga edad e inutilidad práctica contra la aviación militar moderna, estas máquinas aún siguen siendo utilizadas por varios ejércitos del mundo, transformadas en vehículos de combate contra la fuerza viva enemiga. Sus cañones de gran calibre, alta potencia de fuego y blindaje le han servido muy bien al Ejército de Siria, dejando sin oportunidades a los combatientes de grupos radicales que aún abundan en el país.
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Las Shilka captadas en el sur de Siria pertenecen a la Cuarta División de Tanques, que lleva el nombre extraoficial de 'fuerzas especiales blindadas'. En los talleres de esta unidad de élite, además de las máquinas antiaéreas, se han modificado los legendarios tanques soviéticos T-72M1. A los blindados se les hace una protección adicional contra los modernos sistemas antitanque, en forma de paneles exteriores y blindaje reactivo.
В #Сирия сверхзащищенная #Шилка получила ракетные "кинжалы"https://t.co/1101QsjIWB
— Komandante (@KomandanteS17) 21 de febrero de 2018
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En el vídeo publicado por Ruptly, se puede observar cómo las Shilka, además de una defensa física, fueron potenciadas con la segunda generación de los sistemas de lucha óptico-electrónica Sarab, de fabricación siria. Estos sistemas permiten neutralizar los misiles antiblindados, incluido los TOW estadounidenses, a disposición de los grupos radicales e insurgentes en el sur del país. Contra estos sistemas, las defensas convencionales no son muy eficientes y los Sarab a bordo tienen la misión de reducir las potenciales amenazas.