"Este hecho sobrepasa la imaginación de cualquiera, la sanción tiene que ser proporcional a lo que ha pasado", dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Yamil Borda, en conferencia de prensa en la que anunció el castigo, confesando "indignación" por el suceso.
La medalla decimonónica del libertador Simón Bolívar (1783-1830) y la banda de uso exclusivo del presidente fueron robadas por supuestos delincuentes callejeros en la noche del 7 de agosto del vehículo de su custodio, cuando este visitaba prostíbulos en la ciudad de El Alto, y devueltas al mediodía del miércoles 8 en el atrio de una iglesia céntrica de La Paz.
Los destituidos oficiales del Ejército son el jefe de la Casa Militar (Palacio) de Su Excelencia, Alberto Mansilla, y el teniente Roberto Ortiz, este último responsable directo porque sufrió el robo cuando fue a recorrer prostíbulos.
"Ha sido destituido de su cargo el jefe de la casa militar", dijo Borda, sin confirmar versiones de prensa de que el sancionado sería pasado de inmediato a la reserva.
"Los delitos son personales pero obviamente la institución, las Fuerzas Armadas, se siente indignada como cualquier boliviano, porque ha habido una falta de compromiso, un deshonor (que) evidentemente ha afectado a la imagen de las Fuerzas Armadas", afirmó el comandante.
Este es el incidente más grave de ruptura de la seguridad presidencial desde que Morales excluyera hace cinco años de esa responsabilidad a la policía, dando en cambio exclusividad a los militares.
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El cargo de jefe de la Casa Militar es uno de los de mayor prestigio en la comunidad castrense boliviana y su designación es hecha por el comando en jefe de las Fuerzas Armadas, la máxima autoridad militar después del presidente.
La Casa Militar es la única institución autorizada por ley para retirar los símbolos presidenciales de las bóvedas del Banco Central, donde deben permanecer en custodia permanente.