Se trata de Giuseppe Acanto, de 58 años, que tenía vínculos con la cúpula de un clan mafioso de la Cosa Nostra en Villabate, afueras de Palermo.
Después de un incendio en su despacho, Acanto desapareció y regresó al negocio en 1994 tras ser perdonado por miembros importantes del clan Villabate.
Más tarde, con ayuda de personas privilegiadas en la administración del municipio de Villabate Acanto fue nombrado director del mercado local de frutas y hortalizas y se acercó a la actividad política.
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Acanto se ocupó de desarrollar actividades económicas en intereses de la mafia local y en 2001 logró entrar en la Asamblea Regional de Sicilia aunque no ganó votos necesarios para ser elegido diputado.