En concreto se trata de la moderna fragata rusa Almirante Essen. El buque permaneció en el Mediterráneo entre marzo y finales de junio de 2018 y estuvo presente en la zona costera de Siria durante el ataque masivo de la coalición franco-británico-estadounidense contra el país árabe.
Durante el encuentro, el buque ruso recopiló los principales datos sobre el perfil acústico de la nave que ahora serán usados para facilitar la detección de navíos de esta clase en el futuro, detalla el medio.
En esa época EEUU envió al mar Mediterráneo su grupo aeronaval integrado por el portaviones USS Harry Truman y cuatro destructores clase Arleigh Burke.
En el ataque contra Siria participaron también buques de guerra franceses y submarinos británicos, no sin fallos técnicos durante la operación.
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Para qué sirve jugar al gato y al ratón
En una zona tan 'poblada' por buques sofisticados como las costas sirias, la probabilidad de detectar un navío extranjero es más alta.
Estos encuentros son muy valorados por los capitanes, ya que representan la aproximación más parecida a un encuentro en condiciones de combate real.
Un buque moderno requiere de unos pocos minutos para desplegar y apuntar sus armas antisubmarinas, ya sean torpedos o misiles de crucero.
Así que mantener el contacto acústico durante unas horas es un resultado excelente, comentó el capitán Vladímir Ambartsumián, excomandante de una unidad de buques antisubmarinos rusos.