Los manifestantes, que portaban banderas de Rumanía, la Unión Europea, la OTAN, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, así como tambores y vuvuzelas, exigieron la renuncia del Ejecutivo social-demócrata.
Las manifestaciones antigubernamentales se celebran en la capital rumana por tercer día consecutivo.
La primera de estas protestas, que tuvo lugar el pasado viernes, derivó en disturbios que se saldaron con 450 heridos; 70 de ellos, incluidos 11 gendarmes, tuvieron que ser hospitalizados.
Además de la renuncia del Gobierno, los manifestantes exigen la disolución del Parlamento actual, la celebración de elecciones anticipadas y la creación de un Legislativo unicameral que incluya a representantes de las comunidades rumanas en el extranjero.
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También demandan una reforma de los sistemas fiscal, de pensiones y de asistencia social, medidas para fomentar el desarrollo económico y las relaciones con la UE y la OTAN.