El 10 de agosto, Estados Unidos impuso aranceles del 50% a las importaciones de acero y del 20% a las de aluminio de Turquía, el doble de las tasas aprobadas en marzo 2018.
La medida golpeó fuertemente al sector bancario otomano. Desde el 10 de agosto la divisa turca perdió más del 20% de su valor y el 13 de agosto alcanzó mínimos históricos al cotizar 7,13 liras por dólar.
"Los bancos recibirán toda la liquidez necesaria y se elevará el límite de las garantías bancarias en moneda extranjera para las operaciones con la lira de 7.200 a 20.000 millones de euros", señaló el regulador monetario turco en un comunicado.
Los bancos privados, además, podrán obtener empréstitos en moneda extranjera por 30 días.
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El ente regulador prevé también subastas con tasas repo de interés a largo plazo y la colocación de divisas extranjeras con vencimiento a 91 días.
"Estos cambios llevarán a un aumento de 3.800 millones del volumen de las garantías bancarias en liras", subrayó el Banco de Turquía.
El límite actual de las reservas en moneda extranjera para los bancos privados puede superar los 50.000 millones de dólares.
Las autoridades monetarias subieron en promedio hasta 8% el límite máximo de obligaciones en moneda extranjera.
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