Sus hallazgos han sido publicados en Journal of Archaeological Science.
El bálsamo estaba compuesto por aceite de sésamo; una planta o extracto de raíz que puede provenir de juncos; una sustancia a base de plantas, un azúcar natural que podría haberse extraído de la acacia y resina de árbol conífero —probablemente resina de pino—. Junto con el aceite, esa resina habría tenido propiedades antibacterianas, protegiendo al cuerpo de su descomposición.
El embalsamamiento era solo un paso más en el elaborado proceso de preservar un cuerpo. Los pasos clave de la momificación consistían en retirar el cerebro; extraer los órganos internos; poner el cuerpo en sal natural para secar; barnizar el cuerpo con el embalsamamiento para matar las bacterias y envolverlo en lino.
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"Habiendo identificado recetas de embalsamamiento similares en nuestra investigación previa sobre entierros prehistóricos, este último estudio proporciona la primera evidencia del uso geográfico más amplio de estos bálsamos y la primera evidencia científica inequívoca del uso de embalsamamientos en una momia egipcia intacta y prehistórica", dijo el arqueólogo y químico Stephen Buckley, de la Universidad de York.