Los informes que destaparon cómo los terroristas torturaban a las mujeres yazidí dieron la vuelta al mundo y, en parte, son responsables de que en 2016 Alemania aceptara a un grupo especial de 1.100 mujeres como refugiadas. Ashwaq Talo de 18 años fue una de estas chicas.
"Un miembro del Estado Islámico no puede llegar a Alemania de una manera tan fácil"
"Estuve secuestrada tres meses por este hombre. Luego me vendió y dejé toda mi vida en Irak, mi tierra natal, para olvidarme de este hombre. Y nunca pensé que lo encontraría en Alemania", contó Ashwaq en una entrevista con Sputnik.
"Entonces le dije a mi madre que vi a un hombre que se parecía a aquel miembro del ISIS. Mi madre me dijo que no tuviera miedo, que no era él. En Alemania no hay ISIS", subrayó Ashwaq.
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"Él conocía toda mi vida en Alemania"
La joven fue al servicio social y luego a la Policía de Waiblingen y contó todo lo sucedido. La Policía tomó la huella digital del criminal, pero "durante un mes y medio no hizo absolutamente nada", confesó Aschwaq.
La mujer volvió a Irak y grabó el siguiente vídeo:
No quiere volver a Alemania nunca más
"Cuando le dije esto a mi familia, mi padre contestó que no quería que yo regresara a Alemania, donde está este hombre", señaló la joven. Tras pasar cuatro meses en Irak, decidió que no volverá al país europeo, pase lo que pase.
Aschwaq subrayó que, independientemente de este incidente, le gustaría agradecer a todas las personas por lo que hicieron por ella en emigración.
Irak tampoco es seguro
Mientras tanto, la Fiscalía de Karlsruhe, Alemania, se ocupa del caso, pero hasta ahora los resultados no hacen mucha ilusión: "Hasta ahora no hemos logrado identificar al criminal con el grado necesario de seguridad", dijo una portavoz de la Fiscalía a Sputnik.