La firme decisión del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de exhumar lo más "pronto" posible los restos del Generalísimo del Valle de los Caídos, en Madrid, no dejó indiferente prácticamente a nadie.
No obstante, no faltan quienes sienten nostalgia por su mano de hierro. El presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, hasta llegó a afirmar que la exhumación sería "una profanación".
"Franco era un dictador alineado con las tesis de Hitler y Mussolini y era un golpista, por lo tanto, no era una persona que debe ser honrada por el pueblo y por el Estado españoles", indicó en conversación con Radio Sputnik el español Ricardo Royo-Villanova, al mostrarse convencido de que se debe sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos "antes de que mueran muchas de sus víctimas que están vivas aún".
El analista español Javier Colomo Ugarte, doctor en Geografía e Historia, coincide en que se trata de "una asignatura pendiente".
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Afirmó que la tumba de Franco en Madrid es "una cuestión singular" para una Europa "que desterró totalmente el fascismo".
"Es una aberración que uno de los pilares del fascismo en Europa siga siendo venerado legalmente e incluso adorado", sostuvo Javier Colomo Ugarte.