"Hemos presentado una contrademanda en contra de la República de Chile dentro de la cual pedimos a la CIJ [que] juzgue y declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y mecanismos de drenaje del Silala que están ubicados en su territorio", dijo el gobernante en una declaración leída en conferencia de prensa.
El primero de esos juicios, ya listo para sentencia, es el que La Paz planteó en demanda de que Santiago acceda a dialogar sobre la devolución de su acceso soberano al océano Pacífico; los otros dos procesos se refieren al Silala.
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Morales dijo que la contrademanda de nuevo juicio fue presentada junto con la contramemoria o réplica en el juicio planteado en 2016 por Chile para que la CIJ declare que el Silala es un río internacional y no, como arguye Bolivia, un manantial originalmente circunscrito sólo a territorio boliviano.
El jefe de Estado añadió que, con base en esos argumentos, el nuevo juicio buscará el reconocimiento de la soberanía boliviana no sólo sobre las aguas del Silala, sino también sobre su flujo artificial, lo que implica que Chile no podría seguir usando el líquido sin dar a Bolivia una compensación.
"Bolivia ha rechazado con solvencia ante la CIJ que los canales y obras artificiales introducidas en el Silala, y que han alterado el flujo de sus manantiales y han dañado su frágil ecosistema, puedan crear ninguno de los artificiales derechos que Chile hoy reclama", afirmó.
Morales advirtió finalmente que tanto la contramemoria como la contrademanda dejan abierta la posibilidad de que Bolivia reclame a Chile una compensación por el uso pasado de las aguas del Silala.
Ese uso fue autorizado a principios del siglo XX para abastecer a las locomotoras a vapor que transitaban entre ambos países, pero desde hace más de medio siglo las aguas del Silala que llegan a Chile sirven principalmente para la industria minera.
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Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas desde 1978, cuando fracasó una negociación sobre el diferendo marítimo.
