"Responde al interés público imputar a los ciudadanos rusos Alexandr Petrov y Ruslán Boshirov por los cargos de conspiración para asesinar a Serguéi Skripal, atentado contra las vidas de Serguéi Skripal, Yulia Skripal y Nick Bailey", señaló la Fiscalía de la Corona en un comunicado.
Bailey fue uno de los primeros que acudió al lugar del incidente del 4 de marzo pasado en Salisbury quedando expuesto a la toxina, tras 18 días en el hospital fue dado de alta.
La Fiscalía aseguró que tiene evidencias suficientes para sentenciar a los dos sospechosos.
El organismo indicó que no pedirá la extradición de los dos ciudadanos rusos.
"No solicitaremos a Rusia la extradición de estas personas y es que la Constitución de ese país no permite la entrega de sus ciudadanos", puntualizó.
La entidad señaló que se emitió una orden europea para la captura de los dos sospechosos.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongaría por varios meses, el Gobierno británico responsabilizó sin pruebas a Moscú diciendo que era "altamente probable" su implicación en el incidente.
El caso se registró a pocos kilómetros del laboratorio militar de Porton Down, el más secreto del Reino Unido, en el que se desarrollaron armas químicas durante la guerra fría.
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Este laboratorio creó el agente nervioso VX con el que fue asesinado Kim Jong-nam, el hermano del líder norcoreano Kim Jong-un, en un aeropuerto de Malasia en febrero de 2017.
La planta de Porton Down estuvo implicada entre 1939 y 1989 en experimentos secretos de armas químicas en humanos.
El Gobierno de la primera ministra Theresa May insiste en responsabilizar de ambos casos a Moscú que rechaza cualquier implicación.
Además las autoridades del país monárquico se niegan a realizar una investigación conjunta con Rusia.