"Tras las protestas de este viernes, dos manifestantes murieron y 45 personas resultaron heridas, entre ellas dos agentes de seguridad", dice el comunicado al que tuvo acceso Sputnik.
Desde el 8 de julio, la provincia de Basora (sur) es escenario de manifestaciones contra el desempleo y la falta de servicios básicos, los manifestantes exigen poner fin a los cortes de suministro de electricidad y de agua, las protestas se extendieron también a otras provincias del país.
El líder religioso iraquí, el gran ayatolá Ali al Sistani, apoyó las exigencias de los manifestantes.
El Gobierno instituyó una comisión especial para satisfacer las demandas de los manifestantes, prometiendo destinar 2.000 millones de dinares (unos 17 millones de dolares) para restaurar sistemas de suministro de agua potable y electricidad.
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Además, las autoridades prometieron crear 10.000 empleos en la provincia.