El columnista de Sputnik y exdirector de Euronews, Luis Rivas, observa que "es habitual utilizar los dosieres secretos o este tipo de información sucia en la política, y es una muestra evidente de la guerra que se está librando dentro del Partido Conservador británico, y de la guerra que se está librando entre partidarios del Brexit duro, o un acuerdo más moderado con la Unión Europea".
"Por un lado está Theresa May, que está negociando con la UE, y por otro lado están los partidarios de un Brexit muy duro de no aceptar las condiciones en las que (May) está negociando con el bloque y de mantener posiciones mucho más radicales, y es al mismo tiempo es una lucha entre líderes del Partido Conservador", explica el analista.
Así, Theresa May decidió 'embarrar la cancha' en este partido, o, dicho de otra forma, 'llevar la pelea al barro', según la acusan desde el Reino Unido. Tras esta publicación, Johnson dio un salto hacia adelante y lanzó un doble ataque para reducir el impacto: anunció el divorcio de su segunda esposa tras un matrimonio de 25 años, declaró que el plan de May para el Brexit es un chaleco bomba para el Reino Unido, y le acusó de poner el detonador en manos del negociador europeo de la ruptura, Michel Barnier.
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En este sentido, para Rivas "Michel Barnier está haciendo también su campaña de propaganda pro UE y es lógico que intente también buscar la división entre los conservadores británicos, entre los partidarios de un Brexit más duro o más blando. Lo cierto es que lo último que ha enervado más a Boris Johnson es que Theresa May pretenda mantener los acuerdos aduaneros que existen ahora mismo entre Irlanda del Norte y la UE. Recordemos que si el Reino Unido abandona la UE, el problema está en la frontera entre ese país y la República de Irlanda que forma parte del bloque comunitario".
El experto incide en que si ocurriera esto, "habría que reinstalar la frontera entre el Ulster y la República de Irlanda, algo que tendría consecuencias catastróficas, no sólo para la economía entre Irlanda y Londres, sino también para el futuro de la paz en Irlanda del Norte, puesto que Theresa May cuenta con el apoyo para gobernar de un partido protestante en Irlanda del Norte que no está de acuerdo con reinstalar la frontera, y eso podría también generar disturbios de índole político, incluso violento. La situación allí es muy complicada y ese es uno de los puntos que Boris Johnson está subrayando para crear este tipo de tensión", concluye Luis Rivas.
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