La propuesta fue aprobada con 172 votos a favor, 2 votos en contra y 164 abstenciones.
La iniciativa aprobada por el Gobierno y desde ahora convalidada por el Congreso modifica la Ley de Memoria Histórica para otorgar un carácter prioritario a la exhumación de los restos del dictador.
En concreto, el texto establece que "la presencia en el recinto de los restos mortales de Francisco Franco dificulta el cumplimiento efectivo del mandato legal de no exaltación del franquismo y el propósito de rendir homenaje a todas las víctimas de la contienda".
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Este apartado da un carácter urgente a habilitar la exhumación de los restos mortales de personas distintas a las caídas durante la Guerra, entre las que se encuentra Franco, que murió en 1975, aún en el poder, tras encabezar un brutal régimen dictatorial durante casi cuatro décadas.
La polémica en torno a la exhumación
Este 13 de septiembre en el Congreso de los Diputados se produjo un debate en el que los grupos políticos que componen el pleno fijaron su postura para la votación sobre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco.
Eso bastará para que el decreto sea convalidado, pese al rechazo del conservador Partido Popular —el partido con más representación de la cámara— y a la abstención de la formación liberal Ciudadanos.
"No hay paz ni concordia mientas que los restos de Franco estén en el mismo lugar que las víctimas", dijo ante el hemiciclo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que fue la encargada de defender el proyecto en la sede parlamentaria.
"No podemos tener el agravio comparativo constante a unas víctimas que no han recibido el respeto que se merecen", añadió la vicepresidenta.
En representación del PSOE, la diputada Adriana Lastra destacó que "el Valle de los Caídos ha representado durante todos estos años la exaltación del franquismo", por lo que "corregir esa anomalía inadmisible para una democracia" es ahora una "obligación".
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Además, reprochó al Ejecutivo que sus propuestas sean vistas con buenos ojos por los independentistas que "quieren romper España" y manifestó su rechazo al informe emitido por los relatores especiales de la ONU que recomendaron medidas como la exhumación.
En un sentido similar se expresó Juan Carlos Villegas, de Ciudadanos, quien afirmó que "después de 40 años, desenterrar el cadáver de Franco no es prioritario ni urgente para la inmensa mayoría de los españoles".
En cambio, Eva Sempere, diputada de Unidos Podemos, lamentó que "hayan tenido que pasar 43 años de la muerte del dictador para poder votar el fin de una infamia".
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Aunque Unidos Podemos votó a favor de convalidar el decreto del Gobierno, sus representantes se quejaron de que el texto no va tan allá en materia de memoria histórica como a ellos les gustaría.
"Este decreto debería dejar claro que si se exhuma Franco fue por ser un genocida", dijo Sempera, que también abogó por que el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, sea retirado del Valle de los Caídos por "fundar un partido que justificó la barbarie".
También en representación de Unidos Podemos tomó la palabra Antón Gómez-Reino, que defendió "pasar página de una vez" pero "sin olvidar a las miles de mujeres represaliadas o a las 114.000 personas que siguen desaparecidos.