Según el experto, después de la quiebra de la compañía —uno de los episodios más característicos de la crisis global de 2008, de la que aún hoy muchas economías intentan recuperarse— "hubo un esfuerzo muy grande de volver a establecer una regulación y supervisión financiera fuerte de los principales bancos", particularmente aquellos con "efectos sistémicos".
"Diría que en general esa política ha sido exitosa en fortalecer la banca y por lo tanto, aunque hay una tendencia a revertir esas medidas —en particular en los EEUU—, no veo realmente una posibilidad de que vaya a haber un colapso de la misma magnitud que entonces", aseguró a Sputnik el codirector del Banco Central colombiano, también secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) entre 1998 y 2003.

La caída de este gigante —y los que le siguieron, cual piezas de dominó— dejó en evidencia la falta de control en EEUU y más allá. De hecho, crisis como las de Lehman Brothers "son de un alcance muy grande", principalmente porque tuvo como "epicentro" a la mayor economía del mundo y a algunos países de Europa occidental. Es por este motivo que suele ser denominada "crisis del Atlántico Norte".
Si bien hoy en día el marco regulatorio es mayor, quedan "riesgos grandes". El principal, los altos niveles de endeudamiento público y privado en el mundo entero, precisó Ocampo. Incluso en EEUU, país que emite "la principal moneda del mundo".
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Según el exministro de Hacienda de Colombia (1996-1998), "la pregunta más importante" para países como el suyo es "cuál va a ser el contagio" de estos países. Hasta ahora, no se han visto consecuencias de mayor índole. Explicó que "ha habido algunos efectos sobre Sudáfrica, Brasil y, en parte, sobre Rusia, India e Indonesia".
"En América Latina realmente no ha habido ninguna que uno diga que haya sido afectada por Argentina y Brasil. Por ejemplo México, que tiene una tradición política compleja, no ha tenido ningún impacto significativo", señaló.
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La región, fuertemente dependiente de los precios de los productos básicos, aún intenta recuperarse del debilitamiento que ha tenido lugar a partir de 2014. La caída de los 'commodities' "afectó el crecimiento" y lo ha enlentecido. La situación, particularmente en el caso del petróleo, está en "reversión parcial". Otros productos, en cambio, no presentan "una tendencia a la mejoría".
"Pero las economías en gran medida se ajustaron a esos menores precios. La pregunta es si pueden crecer rápidamente, para lo cual necesitan diversificarse. Es algo diferente del tema financiero. En términos financieros, la crisis que uno ve en Argentina o en Turquía no tienen su origen en los mercados de productos básicos, sino en lo que respecta al financiamiento externo", puntualizó.
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Del mismo modo, América Latina expresa "un rechazo al proteccionismo". A criterio del experto, un orden comercial cerrado fomenta "un sistema parcial y segmentado" que "hace a uno recordar los años 30 del siglo pasado, cuando Alemania lideró esa fragmentación".
Este proceso terminó "destruyendo el sistema de comercio". Tras la Segunda Guerra Mundial, la firma del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) fue un intento de "restablecer el sistema" multilateral de intercambio.
"Resulta paradójico que EEUU, uno de los padres del sistema de comercio, ahora sean los que están liderando su fragmentación. Uno no sabe cuánto son amenazas y cuánto va a ser realidad. Estamos por verlo", puntualizó Ocampo.
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En ese sentido mencionó la renegociación del TLCAN y el acuerdo con México con medidas de tinte proteccionista, como que la industria automotriz fabrique vehículos con un 75% de contenido producido en América del Norte.
"Ha habido algunas normas que tienen un efecto proteccionista, pero no hay un proteccionismo generalizado. Quedan las complejas negociaciones entre EEUU y Canadá, que tienen que ver con la tradicional protección canadiense a algunos productos agrícolas y ganaderos, particularmente la leche", concluyó el experto.