"Este Gobierno va a perseguir con toda la fuerza de la ley a aquellos delincuentes y violentistas que, disfrazados de estudiantes, sin respetar a nada ni nadie, pretenden causar un clima de terror al interior de nuestros establecimientos", señaló Piñera durante el discurso de presentación del proyecto.
Sin embargo, algunas de ellas han terminado con graves hechos de violencia, incluyendo uno particularmente peligroso el pasado 1 de septiembre, cuando un grupo de jóvenes encapuchados ingresaron al liceo Instituto Nacional y rociaron con bencina a los profesores que estaban haciendo clases.
El proyecto busca otorgar mayores facultades a los directores de los colegios públicos para que puedan expulsar de manera inmediata a los estudiantes que ejerzan violencia grave.
Actualmente, solo se permite expulsar a un estudiante cuando la infracción cometida esté explícitamente prohibida en el reglamento escolar, y tras pasar por un procedimiento que dura 25 días hábiles.