El citado tribunal celebró una vista con motivo de la demanda que varios políticos independentistas huidos de España —entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont— presentaron contra el magistrado, al que acusan de instruir la causa desde una posición de parcialidad.
El Gobierno español, que está personado en la causa a través de un abogado belga, defendió durante la vista que Bélgica no es competente para juzgar a un magistrado español.
El letrado Hakim Boularbah, que defiende a Llarena, instó al tribunal a decidir la cuestión jurisdiccional antes de empezar a valorar el fondo de la cuestión.
En distintas ocasiones, el Gobierno español manifestó que su prioridad en este juicio es defender la jurisdicción española y la independencia del juez.
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Tras la vista de este 25 de septiembre, las partes tienen un periodo de un mes para presentar escritos para fundamentar sus alegaciones durante la misma.
