"En general, los problemas económicos que tiene Turquía hoy en día radican en la política interior, y la situación no se va a resolver si la UE o los países por separado proporcionan a Ankara paquetes de ayuda o le conceden préstamos, así que en realidad no veo la necesidad de involucrarnos en este asunto", dijo Hahn en una entrevista con el periódico Welt.
Al mismo tiempo el comisario aseguró que la Unión Europea está interesada en "una Turquía estable y próspera".
En agosto pasado la economía de Turquía fue sacudida por la duplicación de los aranceles de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio, hasta el 50 y el 20% respectivamente.
Las medidas de Washington causaron un desplome de la divisa turca, que perdió en unos días más del 20% de su valor y se hundió a su mínimo histórico de 7,13 liras por dólar.
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En respuesta, Turquía aumentó drásticamente los aranceles a 22 tipos de productos importados desde el país norteamericano, por un valor total de 533 millones de dólares.
A mediados de septiembre el regulador subió el tipo de interés anual del 17,75 al 24%, y no descartó endurecer aún más la política monetaria frente a la crisis de la divisa.
Este 26 de septiembre la lira turca se cotiza a 6,1 por dólar.
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