"Es un día de triste memoria porque no hay nada que celebrar", dijo Celaá en una entrevista con la Cadena Ser.
"La farsa del independentismo mantenía que al día siguiente se proclamaría la república, pero la realidad fue que todo el imaginario del independentismo se fue al suelo", añadió.
Los resultados del 1-O fueron tomados como base por el Parlamento de Cataluña para adoptar una declaración de independencia el 27 de octubre de 2017, aunque dicha declaración no llegó a ser implementada.
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Un año después, una vez restituido el Gobierno catalán tras unas elecciones en las que volvió a ganar el independentismo, Celaá apuesta por "abrir un pasillo político" y llegar a "acuerdos" con los representantes catalanes para buscar soluciones al conflicto.
Del mismo modo, abogó por fomentar un clima de entendimiento no solo entre representantes políticos sino en distintos sectores de la sociedad catalana porque "una sociedad fracturada no tiene proyecto de futuro".
1-O: la jornada caliente con la que todo y nada cambió en Cataluña — #1Oct https://t.co/rzO8ofralQ
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 октября 2018 г.
Preguntada por las polémicas cargas policiales y las escenas de violencia que tuvieron lugar el pasado 1 de octubre, la portavoz gubernamental las calificó de "error" debido a la falta de previsión del anterior Gobierno y subrayó que, en cualquier caso, el actual Ejecutivo "no hubiera celebrado" esas imágenes.
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