"Esta vez comenzaron a hablar al mismo tiempo, como siguiendo una orden, el mismo día, sobre supuestos ciberataques ocurridos en EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y varios países europeos, es algo que va más allá de una campaña, ya es una manía de organizar campañas", dijo la diplomática.
Para Zajárova, esas acusaciones constantes revelan que se trata de una acción conjunta de propaganda antirrusa, utilizando cualquier pretexto y las explicaciones más banales, y va dirigida, ante todo, a los más jóvenes.
Ese mismo día Londres acusó a Rusia de haber robado los datos de la web del Comité Nacional Demócrata previamente a las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU; de la publicación de ficheros confidenciales de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) en agosto de 2017; y además del ciberataque que perturbó en octubre de 2017 el funcionamiento del metro de Kiev y el aeropuerto de Odesa, en Ucrania, pero también repercutió en las operaciones del Banco Central de Rusia y de dos medios de comunicación rusos.
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También Canadá, EEUU y Unión Europea avalaron las acusaciones contra Rusia.
El Ministerio de Exteriores ruso calificó las acusaciones de campaña de propaganda orquestada, cometida en vísperas de la nueva sesión de la OPAQ, con el objetivo de crear una coyuntura política favorable para promulgar iniciativas ilegales.
Anteriormente, EEUU había declinado la oferta rusa de crear un grupo conjunto para garantizar la ciberseguridad.