"Quedan cuestiones sin resolver relacionadas con el 'backstop'", declaró un portavoz del Gobierno de Theresa May.
'Backstop' se refiere al compromiso aceptado por ambas partes en diciembre de 2017 para no establecer una frontera física en la isla de Irlanda cuando se consuma el Brexit, que dejará a los condados del norte [el Ulster británico] fuera de la UE y a la República dentro.
"Reino Unido sigue todavía comprometido con progresar en el Consejo Europeo de octubre", señaló Downing Street y el Ministerio de la Salida en un breve comunicado conjunto.
La dirigente conservadora entra en la recta final de la negociación con Bruselas en una posición de precaria fragilidad y extrema debilidad.
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El exministro del Brexit, David Davis, ha instado a la rebelión ministerial contra el plan de la retirada de May en la reunión del Gabinete que tendrá lugar este martes 16 de octubre.
Al mismo tiempo, solo faltan cuatro cartas de diputados conservadores de las 48 necesarias para forzar un voto de confianza en la 'premier' y la elección de un líder, según coinciden los medios.
Además, el Partido Democrático Unionista (DUP, por sus siglas en inglés) que sostiene al Gobierno con sus diez diputados en Westminster, ha amenazado con retirar su apoyo si Irlanda del Norte recibe un trato distinto al resto del Reino Unido en el acuerdo del Brexit.
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