Los humanos estamos totalmente tomados por la microbiota: estos microorganismos están presentes en el aparato digestivo, la piel, la cavidad oral, los ojos, el aparato urinario y, en el caso de las mujeres, en la vagina. Se trata de bacterias, virus, hongos y protozoos.
Cumplen funciones vitales como la intervención en la expresión de genes y prevención de enfermedades; es por eso que el microbioma también ha sido llamado "el órgano perdido" y "el genoma extendido".
En nuestro cuerpo hay aproximadamente 300.000 millones de microorganismos en varones de entre 20 y 30 años y de 70 kilogramos; en las mujeres la cifra es un poco mayor. El microbioma solo son 200 gramos aproximadamente de toda la masa del cuerpo humano.
El lugar del organismo donde está el número más elevado de bacterias es el intestino, principalmente en el colon.
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En la digestión, por ejemplo, las bacterias tienen un papel crucial a la hora de descomponer la fibra dietética y también producen vitaminas e intervienen en el metabolismo de los aminoácidos y el de grasas. Pero además están implicadas en la modulación y el desarrollo del sistema inmunitario.