Para Israel, esto significa el fin de la libertad de acción en Siria, aunque hay también señales constructivas, afirma el columnista del diario Haaretz, Amos Harel.
Rusia demanda que los israelíes comuniquen más detalles sobre sus operaciones aéreas cerca de Siria a través de la 'línea directa' destinada a la prevención de incidentes aéreos entre las dos partes.
"Ya hubo varios episodios cuando los radares rusos de defensa antiaérea se activaron en respuesta a las actividades aéreas de Israel", explica el autor.

Los altos cargos israelíes, por su parte, aseguran que sus fuerzas armadas seguirán actuando en Siria para contrarrestar los planes de Hizbulá, y se creen capaces de superar las nuevas defensas.
No obstante, será más difícil con la llegada de los S-300, y no solo por su potencial bélico sino por la probable presencia de los uniformados rusos en sus tripulaciones.
"Mientras que los pasos de Moscú no significan el fin de los ataques israelíes, está claro que la situación ha cambiado de una manera fundamental, y que Israel debe revaluar su enfoque diplomático y militar", argumenta el periodista.
El autor además se pregunta si este ataque en medio de la zona controlada por los rusos estuvo completamente justificado, dadas las consecuencias estratégicas que acarreó.
Cambios paulatinos
Pero en el mes que pasó tras el derribo del avión ruso en Siria se produjeron también cambios de otro carácter.
Según los datos de inteligencia presentados por la cadena estadounidense Fox News y citados por Harel, actualmente Irán prioriza los vuelos civiles al Líbano para proveer a Hizbulá con armamentos en lugar de la vía terrestre por el territorio sirio.
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El Kremlin en reiteradas ocasiones afirmó que no forma parte del conflicto entre Israel e Irán —de aquí la prolongada tolerancia a los ataques aéreos israelíes a cambio del cese del apoyo a los grupos antigubernamentales—, y que su principal objetivo es la solución del conflicto sirio.
Así, "es posible que Moscú esté tratando de establecer unas nuevas reglas de juego en Siria y reducir las tensiones entre Israel e Irán con el fin de mantener estable a Damasco", concluye el periodista.