El artefacto explosivo fue encontrado por uno de los empleados, informa el medio The New York Times. Así, al abrir un paquete sospechoso, el hombre vio que dentro había algo que parecía una bomba.
Durante todo este tiempo George Soros no estaba en casa y el caso fue transferido al FBI, que ahora dirige la investigación sobre lo ocurrido.
Las autoridades informaron que ya nada amenaza la seguridad pública en el área.
El nombre de Soros y de su fundación Open Society —sospechosos de promover agresivamente agendas políticas proatlánticas— hace tiempo que no gozan de buena fama en los países de Europa Central y del Este por actividades sospechosas e intentos de moldear la opinión pública en direcciones determinadas.
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